- Agarra un par de batatas, las pelas, las picas en rodajas y las pones a hervir sin sal hasta que estén suavecitas.
- Cuando eso esté listo lo pones en un bol para mezclar y las machacas con un tenedor. Tipo puré piratongo.
- Listo eso, le pones el vainero (atún, huevos, aceite, almendra) y lo bates hasta que se vea que está batido y bien mezclado, pues. No debe quedar evidencia del aceite o los huevos.
- Sal y pimienta al gusto.
- Yo en mi casa me salvé porque tengo un molde de hamburguesa, tipo que tú pones la mezcla y la aplanas y te queda lista ya con forma de hamburguesa. Si tú no tienes eso entonces te puedes poner creativo/a a darle forma de hamburguesa, de estrella, de carita feliz, de corazón. En retrospectiva creo que hubiese sido más divertido hacer estrellas y corazones de batata y atún.
- Ya. Listo. Congelas y cuando las vayas a hacer aceitas una sartén (pero un pelín) y le das vuelta y vuelta.
viernes, abril 29, 2011
Cocinemos
jueves, noviembre 18, 2010
¿Qué hay de los obreros?
De cómo explicar una nueva derrota Vinotinto
El día de ayer, la selección venezolana sufrió su derrota más abultada de todo el año. En el amistoso número 13 que la Vinotinto disputó en 2010, contra Ecuador en el estadio Atahualpa de Quito, nos “clavaron” 4 goles, a cambio de un anecdótico tiro penal que Giancarlo Maldonado aprovechó para afianzarse como máximo goleador venezolano.
Los entendidos en el asunto juran que no es importante, que no hay que prender las alarmas aunque un rival directo, tanto en las eliminatorias mundialistas como en la Copa América del año que viene, nos haya goleado sin piedad.
Algunos dicen que factores como la altura de Quito, la ausencia de referentes como Juan Arango y Ronald Vargas, la lluvia que cayó sobre el estadio, los “bloopers” de la defensa venezolana pudieron condicionar el partido para mal, por lo tanto no es importante. Otros (entre ellos el seleccionador nacional, César Farías) piensan que las derrotas, por más abultadas que sean, están previstas, y que partidos como el de ayer sirven para ensayar el funcionamiento del equipo con miras a hacer un papel digno el año que viene en la Copa América de Argentina. Es decir que de todos los partidos se pueden sacar conclusiones, positivas o negativas.
Ahora, ¿cómo se le explica al fanático común una derrota como esta? Más aún, un año como este. A esas personas que no tienen por qué entender de líneas de cuatro, cambios de banda, ordenamiento táctico, medias puntas y enganches y simplemente quieren ver a su equipo hacer bonitos goles y ganar, no les vale la excusa de “no pasa nada, es un amistoso”.
Durante el proceso de Richard Páez, la selección fue ganando fanáticos, la gente empezó a tener fe en los futbolistas del país y la Vinotinto se convirtió en un tema popular para discutir todas las mañanas. La gente empezaba a estar orgullosa de sus jugadores y todos creíamos en el popular “sí se puede”. Los obreros, panaderos e incluso las estilistas comenzaron a conocer a Rey, al “pájaro” Vera y a Ricardo David. ¿Cómo se sentirán ellos viendo partidos como el de ayer, y que además venga alguien a decirles “esto es normal”?
Poniéndose en el lugar de esas personas: se entiende que haya ensayo y error en el proceso, pero cuando debe haber un golpe de efecto y de autoridad de parte de los nuestros, contra un rival que está en nuestro grupo en la Copa América del año entrante, y potencial rival directo por ese puesto que los más fuertes dejan para (¡¡finalmente!!) ir al Mundial, nos golean. Y de amistosos con selecciones de poco caché como Aruba, Honduras y Panamá (que nos ganó los dos juegos este año) pocas cosas hemos podido sacar. Los partidos parecen estar siempre “condicionados” por algo: expulsiones, goles tempraneros, peleas, ruedas de prensa donde el técnico malandrea a los entrevistadores…
Una vez, viendo el partido que enfrentó al Zamora FC con el Caracas FC por la Copa Venezuela, mi novia me preguntó: ¿Por qué si estos dos equipos juegan tan bien, la Vinotinto apesta tanto? Con el otro tipo [Richard Páez] no pasaban esas cosas” y no supe qué responderle. No supe cómo explicar que nuestra selección, la selección de los obreros, panaderos, estilistas y demás, está siendo convertida en un experimento metódico en el cual está bien que nos goleen y que la gente se decepcione. Simplemente espero que cuando los experimentos al fin den resultado a la gente aún le importe, total, a ellos se debe este proceso.
miércoles, noviembre 17, 2010
Compromiso
miércoles, noviembre 03, 2010
Jeque Rico, Equipo Pobre
Recientemente, el Málaga CF, equipo que hace vida en la Primera División de la liga española de fútbol, fue adquirido por el ostentoso jeque árabe Abdullah ben Nasser Al Thani, emulando así el modelo que algunos clubes han pretendido adoptar para asegurar éxito en un corto plazo. Eso de gastar cuantiosas sumas de petrodólares ha funcionado en el caso de, por ejemplo, el Chelsea FC, cuando un asiduo de la lista de las 50 personas más ricas en el planeta, Roman Abramovich, decidió hacerse del equipo y gastar una fortuna en contrataciones y retoques a la infraestructura del club.
El jeque Al Thani llegó al club andaluz adoptando la política de confeccionar un proyecto nuevo, repleto de talento joven con miras al futuro y potenciales superestrellas, entre ellos nuestro Salomón Rondón, el vinotinto de moda por estos días. En la ventana de fichajes realizó 11 contrataciones contra 13 bajas. No se incluye en esa lista el alta del técnico Jesualdo Ferreira, bicampeón de la liga portuguesa con el Porto y tricampeón de la copa de dicho país. Era un equipo nuevo, rico y hecho a la medida de su ansioso propietario.
Con el pasar de las jornadas, el Málaga ha ido cayendo vertiginosamente en la tabla de posiciones, por factores como la irregularidad de su sistema de juego, un calendario inclemente que ha alineado a varios de los llamados equipos grandes en su contra muy temprano en la temporada y, por qué no decirlo, mala suerte y malas decisiones puntuales. En este momento el club está en los puestos de descenso directo. Todo esto se acumuló y la paciencia del buen jeque se terminó, despidiendo así al entrenador después de 4 meses en el cargo. Para lograr el finiquito, Al Thani debió desembolsar ¡¡8 millones de euros!!
Se habla de Manuel Pellegrini, ex-técnico del Real Madrid, como sustituto para Ferreira, y desde aquí las cosas carecen de lógica.
Haciendo un ejercicio de suposiciones, ¿qué pasará si Pellegrini no consigue sacar 5 victorias en línea ni revertir la situación? ¿Cuánto tiempo tardarán en 'botarlo' a él también? ¿Por qué la falta de paciencia con un señor que ha demostrado ser un ganador en una liga parecida a la española?
Anteriormente lo dijimos: es un equipo nuevo, con un técnico que, como todos, tiene un sistema de juego particular en sus planes. Los futbolistas no son robots, los automatismos en la manera de jugar tardan años en aparecer (y si no me creen a mí, se los dice un multicampeón de Europa) y se supone que en el ensayo y la práctica está la perfección. Los atletas deben conocerse entre ellos antes de si quiera intentar adoptar una filosofía de juego. Pues parece que a Al Thani nadie le recordó todo esto.
Los entrenadores suelen pedir las primeras 4 o 6 semanas como margen de maniobra para encontrar la manilla de un equipo nuevo, pero, de nuevo, parece que el jeque ha sido deslumbrado por los 96 puntos que el Real Madrid del chileno obtuvo la temporada pasada (con jugadores harto diferentes a estos) y ha pensado que Pellegrini (más bien, un entrenador diferente al primero) es un "santo remedio" a sus problemas con el desagradable descenso. Es una apuesta arriesgada, esperemos que el equipo la pueda costear en lo deportivo, pues bien sabido es que al jeque le sobran maletines con € 8mm para comprar entrenadores como si fueran barajitas de un álbum.
Por ejemplos como estos, me adhiero a una frase que un buen amigo me enseñó: "en el fútbol, no le creas a nadie que te diga la palabra 'proyecto'", frase que tiene validez tanto en España como en Venezuela y cualquier otra parte del mundo. Los profesionales, educados para la gerencia de un equipo deportivo no crecen en los árboles, y hay mucha gente que piensa que porque tiene mucha plata o que fue muy bueno en su época de jugador, pueden simular esos éxitos en el ámbito gerencial. Esperemos, por el bien de nuestro Vinotinto, que el jeque esté tomando la decisión correcta.
viernes, octubre 22, 2010
- Ve una luz en verde y TIENE que pasar. No importa si se va a quedar atravesado en la intersección por la cantidad de carros en la calle. Mmgvo.
- Se mete por el hombrillo en la autopista así no haya cola porque esos 3 o 4 carros en el canal rápido simplemente fastidian. Mmgvo.
lunes, octubre 18, 2010
#germophobe
- Sandalias: no es muy positivo andar descalzo por ahí. ¿Quién sabe qué cosas hay en el piso? ¿Y ducharte sin sandalias? Si compartes la ducha es primordial que las uses. Nadie sabe en realidad quién hace qué o se afeita qué en la ducha que tú usas para tratar de limpiarte. Lavarlas periódicamente ayuda a que no se conviertan en una extensión del suelo.
- Jabón líquido: llévalo a todas partes. Siempre estás agarrado de algo: del pasamanos de la escalera, de la barra del Metro, del suelo cuando estás cansado y quieres sentarte. Ahí hay vainas raras. Antes de hacer algo con tus manos como comer, rascarte la cara, o algo, deberías darle reset al conteo de gérmenes que ahí descansan.
- Perillas: peligrosas. Gira las perillas del baño antes de lavarte las manos por última vez, para que puedas llevarte todos los gérmenes que quieras y luego los laves con agua y jabón.
- Baño: hablando del baño, espero que estés consciente que cada vez que entras ahí es como entrar a un criadero de enfermedades. Lo que se supone que es el lugar más inmaculado de la casa no es tal. Verás, ahí te lavas y te limpias, y en algún lado se tiene que quedar toda esa suciedad que no ventilas. Evita manguarear mucho ahí.
- Cepillo: los expertos dicen que el cepillo de dientes debe permanecer todo el tiempo a, mínimo, dos metros del WC (water cló, inodoro, la poceta pues) por razones obvias. Los cepillos son como los chanchos: disfrutan poniéndose tan asquerosos como pueden y es nuestra labor evitarlo. Yo lo llevé más allá: tengo mi cepillo en un vaso que generalmente limpio, a varios metros de cualquier baño: en mi cuarto bien resguardado.
viernes, octubre 08, 2010
el eNano
martes, abril 20, 2010
Errata
Menos de una vez a la semana para ser más precisos. Aquí hemos hablado de música, de ejercicio y de cualquier reflexión idiota que se me ha ocurrido. Incluso hay una incompleta 'parte dos' a un cuento que un buen amigo escribió, que aún no siento listo para publicar. Este viaje en el tiempo me sirvió para comprender que en dos años y 9 meses uno crece y madura en todos los ámbitos: he tratado de mejorar mi manera de escribir y mi narrativa, así como también he tratado de darles consejos para un mejor vivir y no pienso de la misma manera.
Ni de broma. En diciembre de 2007 hablaba sobre cuánto amaba los equipos de fútbol AC Milan y FC Barcelona. Y bueno, aún me simpatizan un montón pero llevo un solo equipo en el corazón y es el Caracas FC, como deben estar ya hartos de escuchar y leer.
Un mes después les contaba las ganas que tenía de hacer un mapa del tesoro. Que si lo hacía y lo colocaba en un lugar visible el universo iba a conspirar para que yo tuviese cualquier cosa que se me antojase, porque así funciona la tan cacareada 'ley de atracción'. ¿A quién no le va a gustar la idea? Vamos a terminar esa historia:
Resulta que hice mi mapa del tesoro, y en lo que considero un tremendo acto de valentía de mi parte, aquí se los dejo. Como verán, nada fuera de lo común para un muchacho de 20 años: de una parte ejercicio, nutrición y vanidad, del otro lado "plata y culear". Lo colgué en una pared de mi cuarto y también le tomé una mejor foto para usarla de protector de pantalla para la laptop (lo cual como sospecharán ocasionó un aluvión de burlas tamaño XL hacia mi persona).
Naturalmente, mi síntesis del 2008 es bastante alejada de lo que esa carpeta pintada pretendía atraer. ¿Entonces? ¿Qué pasó? ¿El Secreto es cuento chino?
De bolas. Pensar que una fuerza cósmica va a confabular para que uno tenga mejor sexo es absurdo y narcisista, siendo generoso. ¿Qué carajo le importa a la fuerza cósmica de qué calidad sean los polvos que uno se echa? Pero seamos buenos: no podemos tildar de imbécil a todo el que dibuja papelitos con sus deseos más fervientes, y todo esto por una palabrita aguda y de cuatro sílabas: motivación.
Hecho bien, un mapa del tesoro cumple la metáfora con 20 puntos en la boleta: un conjunto de pasos que uno ha de seguir para encontrar lo que ha estado buscando por bastante tiempo. Una ayudita en forma de incentivo para cumplir metas grandes, y es que si no son sueños grandes probablemente no se necesite ayuda para alcanzarlos. Evidentemente tiene que cambiar más o menos dependiendo de la personalidad del individuo. Hay personas que se desmotivan rapidito, y a ellos me imagino que ver una foto pegada de la pared los aburre pasados los 3 meses y de esa manera entonces tienen que cambiar permanentemente la motivación, mas no la meta. Curiosamente yo soy de esos.
Así que mirando atrás, sí funcionó por un tiempo pero creo que le otorgué demasiada responsabilidad al universo y no puse suficiente de mi parte. De volver a hacer un mapa del tesoro pensaría un poco más, cambiaría algo cada par de semanas y tendría una especie de medidor de progreso. Si uno quiere algo tiene que lanzarse a tratar de conseguirlo y no pegar pendejadas en la pared y rezarle a la fuerza mística invisible que te lo consiga. La metáfora no se cumple sin un poquito de ayuda.
Olvidé a dónde quería llegar con esto. En fin, otra de mis reflexiones inútiles. Me imagino que como estoy comenzando de nuevo, bajo pedido imperioso, multitudinario y urgente, una rutina medianamente decente de ejercicio y dieta, pues quería compartir con ustedes lo que pensé ayer acerca de cómo motivarme y no perder el norte.
Dios, qué drama, eso último sonó como un grito desesperado por ayuda. Ja.
martes, abril 13, 2010
Locos por el fútbol
Vengo en buena racha a pesar de la falta de sueño debido a las obras viales que toman lugar en mi calle desde ayer; desde hace unas semanas no puedo pedir más del deporte. Gracias a la anticipación que ha generado la presentación de una nueva camiseta de mi selección, los viejos modelos han pasado a un segundo plano, y en el plano mercantil sabemos lo que esto significa: rebajas. Mi vena coleccionista ha surgido de la nada y he hecho una que otra adquisición (1 2 3 4-5). Como pasa con las colecciones incompletas, quiero más, las quiero todas.
No me había dado mala vida a la hora de buscar ampliar mi colección. Tengo apalabrada la compra de esta camiseta gracias a un pana, pero como no he sufrido para conseguir mis joyitas, no tengo historias que contar acerca de ellas y no siento que haya hecho gran cosa, a pesar de tener 5 camisetas distintas, una colección semidecente.
Hoy tuve la oportunidad de cambiar eso.
Verán, mi posición con respecto a las cábalas, lo espiritual y lo sobrenatural es de escepticismo a tiempo conveniente. Más coloquialmente "no creo en esa vaina pero de que vuelan, vuelan". Hoy, martes 13, me tocó sufrir las vicisitudes del destino.
Mi despertador decidió tomarse la mañana libre (por cuarto día laboral consecutivo, debería hacer algo al respecto) y, por más que pude alargar mi descanso en una hora, despertarme gracias a un estridente grito maternal y alistarme (despertar, bañarme, vestirme, café, higiene dental) en 15 minutos para tener una mínima oportunidad de llegar a tiempo a mi trabajo. no fue nada bonito Naturalmente, gracias a mi apuro olvidé mi billetera, mi teléfono, peinarme y quién sabe qué más.
El tipo tenía un aspecto descuidado, como su camiseta. Desaliñado como un colorido personaje habitante de las calles, o un honesto obrero falto de preocupación por su vestimenta que de todas maneras se va a ensuciar. De cualquier manera me pareció interesantísimo ver esto justamente un martes 13, y dos días antes de haber hablado con un par de amigos sobre buscar exhaustivamente esa camiseta.
Una linda coincidencia, sin duda alguna, pero no tuve tiempo de pensar en las posibilidades hasta después de llegar al trabajo. Hablé con mi alumna sobre lo que me había pasado y dije para mis adentros: "carajo, a ver si lo consigo al salir de aquí y le trato de comprar la camiseta. Total, le doy una nueva y algo de plata y no podrá decir que no"
Dicho y hecho, en el camino de vuelta a la casa tomé la contaminada y enfermante avenida principal, en busca del 'loquito' que me convertiría en el futbolero más feliz de Venezuela aunque fuese por una semana. Con la buena dinámica que me rodeaba, y las ganas de voltear la cábala del martes 13, tenía un buen presentimiento.
Desafortunadamente, no lo encontré, y pregunté en la línea de taxi que queda a 5 metros de la escena del crimen y no sabían nada, pero estarían pendientes. Decepcionado, volví a casa para contarle a las personas que me siguen en Twitter de mi descalabro futbolístico. Uno de ellos me sugirió ir tras él. Total, si era un loquito no podía irse muy lejos y si era obrero debía trabajar cerca del lugar.
Hablé con un buen amigo y colega bloguero al respecto:
- Chamo, ¿crees que el tipo acepte una camisa limpia y 50 lucas?
- Nojoda, por 50 lucas te da un riñón.
- Ah bueno, una camisa vieja para que se cambie y una caja'e cigarros.
- ¡Ahora sí estás pensando como un capitalista!
Ilusionado, accedí, hice mi maleta (4 franelas limpias, alguna tenía que gustarle) y emprendí mi pequeña expedición. Presto a recorrer La Urbina en su totalidad, caminando un montón, lo cual tengo contraindicado por problemas de tobillo. Pero bueno, el fútbol es así.
En primera instancia, revisé cuando quiosco se topara conmigo, así como lugares donde vendieran empanadas o billetes de lotería, guiado por mi misantropía y el mal pensar, creyendo que el tipo era un loquito borracho que buscaba su fortuna instantánea o un bocadillo mañanero. No hubo suerte en más de un kilómetro de camino, de mi casa al metro de Petare. De regreso pensé "¿qué tal si el pana es un empleado o dueño de una tienda?", así que entré a todos los negocios abiertos, observé rápidamente y sin preguntar y salí al no encontrarlo.
Con mi optimismo intacto, pensando en lo cómico que resultaría el viaje para mis amigos de twitter, fui a la otra punta de La Urbina, donde se paran los autobuses para recoger pasajeros ("tal vez el tipo es de los que gritan los destinos para atraer a los pasajeros a cambio de propina"), pero tampoco hubo suerte. Los mototaxistas del sitio me aseguraron "no habe'lo visto, menol". El destino era cada vez más lógico: la zona industrial.
Revisé la mitad de la zona industrial, solo para toparme con un compañero de la barra del Caracas FC, que, una vez que le conté mis planes, me miró con la cara que miran al profeta de Chacaíto, ese que profesa sobre el fin del mundo. "Marico, ¿estás loco güevón?". Estuve tentado a responder "sí, sí lo estoy", pero en vez de eso continué mi búsqueda de manera diplomática y con una sonrisa en los labios, sabía que esta conquista sería muy mía y pocos la entenderían.
De un momento a otro dejó de ser por la camiseta y empezó a rodarme por la cabeza que el portador debía tener mil y un historias de fútbol: tal vez conoció a Dogletta, tal vez vio jugar a Stalin alguna vez, o trotó junto a alguno de los hermanos Maldonado. Tenía otro objetivo: tal cual película estadounidense, le compraría un café al señor y me contaría historias. ¿Cómo sabía que él accedería? Quien vista una camiseta de 8 ó 9 años de antigüedad debe tener algún tipo de pasión, y los apasionados nunca se rehusarán a contar su historia.
La clave del juego, entendí, eran las líneas de taxis. Ellos, estáticos en su trabajo, deben ver miles de personas al día. Tal vez si dejo mis datos en un par de coordenadas distintas, mi futuro amigo futbolero se aparecerá por ahí, me llamarán y podré reunirme a hablar con el obrero futbolista. Dejé mis datos y la descripción del sujeto en dos líneas de taxi distintas, y en ambas me preguntaton "¿Por qué, chamín, ese diablo te robó?". "OK, tengo cara de güevón, en dos sitios distintos me han preguntado si me robaron. ¿Será que tengo cara de ser robable?". Aunque una vez que expliqué mis verdaderas intenciones recibí mucha empatía. La gente quería que encontrara a mi pana, me deseaban éxito con una sonrisa honesta e indeleble en sus rostros.
Después de dejar mi número en la línea de taxis de El Marqués y la zona industrial de La Urbina, pensé que sería cuestión de tiempo para cazar a mi presa sin techo, así que decidí recorrer lo que restaba de la parte laboral de La Urbina. Sin suerte, supermercados y abastos descartados también. Pensé visitar Petare a fondo y retumbaron las palabras de los taxistas, ¿será que me roban? ¿Será que no tengo el 'look' requerido para salir en una pieza si entro? Así iba perdiendo la fe.
Decidí hacer una última parada en el lugar del crimen, a ver si encontraba más pistas. Concidencialmente, ahí también había una línea de taxis, y dejé mis datos. De las cuatro personas, tres fueron muy empáticas y alentadoras, y el otro, callado y distante, parecía no haber escuchado mi clamor. Después de preguntar en la caseta de seguridad cerca del sitio, el misterioso taxista distante me gritó "CHAMIIIIIIIN", sin dudar corrí al sitio. Me dijo que revisara en un edificio donde estaban haciendo unos trabajos, que ahí había entrado gente de aspecto desaliñado.
Sí señor, le dije. Y fui. ¿Recuerdan al principio de la historia, cuando no podía dormir por los hijos de puta que taladraban el piso sin cesar? Bueno, mi borrachín, mi futbolista, mi amigo y compañero estaba más cerca de lo que yo creía. Incluso, molesto, le había mentado la madre desde mi casa. Estuvo siempre ahí, bajo mis narices, con su gorra de los Yankees y taladrando el piso, dañando y ensuciando aún más la querida camiseta. No había necesidad de caminar una hora y media en busca de un profeta del fútbol y dañar aún más mi tobillo, pero no importó. El fin justificó los medios y no sentí que había perdido el tiempo.
No dudé en llamar al señor y acercarme a él. A medida que se acercaba, estaba más seguro que tenía todos los números para llevarme la camiseta, pero cada vez la quería menos y menos. El escudo en la parte izquierda se parecía cada vez menos al escudo de la FVF, y cuando llegó a mi rango de visión, pude notar claramente que no era. Conversé con el obrero para ver de qué iba la camiseta:
- Chamo, esa camisa es igualita a una de la Vinotinto de hace burda de tiempo.
- No vale, ¡qué va!. Esta la tengo desde que jugaba en Montalbán con un equipito fino con mis panas.
- Ah caramba, si tuviera una foto de la que busco te la muestro y te caes de espalda. Es la fotocopia.
- Imagínate.
- Imagínate tú, me recorrí toda La Urbina y parte de El Marqués buscándote y estás trabajando a una cuadra de donde vivo.
- (risas) martes 13 chamo.
- Debe ser - dije incrédulo, ¡pensamos lo mismo!
- Bueno, disculpa que te hice caminar todo eso.
- No vale, ni pendiente. A ver, una foto, esta vaina nadie me la va a creer.
- ¡Qué va viejito! No me tomo fotos, esa vaina es pavosa.
Así que llegué a mi casa sin camisa nueva, sin foto y con un dolor de tobillo inmenso, pero para nada derrotado, pues saqué una linda historia de lo que el fútbol nos hace hacer algunas veces.
lunes, abril 12, 2010
Music Monday
Lo escuché y quedé extrañadamente deseoso de más, como un chico pequeño que prueba el chocolate venezolano por primera vez. Es todo lo que John Mayer desearía ser (sin desmerecerlo), el saxofón y el violín le dan una profundidad envidiable y hace que uno desee que las canciones de 10 minutos duren 20.
Dave trabajaba como cantinero en un bar de jazz. Fue juntando sus músicos en ese lugar, los escuchaba noche tras noche y les servía curda hasta que decidió ensamblar un grupito cheverón. Consiguió su baterista y saxofonista de esa manera. Luego ellos, mientras practicaban en el bar, llamaron la atención de uno de los cantineros que decidió unirse al "jam" y siendo elegido como tecladista de la banda luego de ser escuchado tocando harmónica. Es una historia de esas entrañables de gente que toca música que ama y que viene de las vísceras y el corazón.
El servidor de Grooveshark está caidísimo, así que les dejo un par de videos del concierto por aquí, espero que sirva para que noten la influencia que cada uno de los miembros aporta al grupo, y los diferentes estilos por los cuales se pasean por 10 minutos seguidos.
"Warehouse" y "Don't Drink The Water" fueron mis dos favoritas, par de joyas. Ojalá les guste la banda.
Salud!