viernes, junio 19, 2009

Añoranza

Al fin tengo el valor de confesarlo: te extraño.

Extraño todo sobre ti: tu paz, tu quietud y tus maneras. Me hace falta que me guíes y me digas qué hacer, que la respuesta sea tan fácil como 'seguir caminando hacia adelante' cada vez que estoy contigo. Hacías que dormir por las noches fuera más fácil, contigo no había problema alguno que lograra inquietarme.

Contigo jamás importó el mundo, eramos tú, yo y miles de espectadores sin rostro que, cual alfombra roja, nos abrían el camino para que cada palabra que te dediqué fuera de amor y de agrado. En cada esquina encontré una nueva sonrisa y la motivación de estar en la siguiente esquina.

El vino siempre supo mejor, las guitarras siempre estuvieron afinadas, cada momento me pareció inolvidable, por diminuto que para ti pueda haber parecido. En la cancha, en el casino, en el restaurante que nunca pensaría ir estando sin ti; cosas tan comunes y tan ajenas que tú tienes todos los días sin mí, yo atesoro y recuerdo con cada neurona.

Nada dejó de ser nuevo: las estrellas, la noche, caminar contigo, el verde del pasto. Tu olor a bohemia e ilusión saturó mis sentidos, la notas de cada instrumento parecían envalentonarse y fundirse, y así te juro que no dejo mi guitarra y mi tambor.

Aunque creo que debería escribirte en un idioma que entiendas...

Vos; sí, vos. Me hacés falta. Volvé, vení conmigo, mi Buenos Aires.

2 comentarios:

Unknown dijo...

si tu escribiste esto...wow...you've made quite an impression! nice writing skills :)

davidmhz dijo...

Gracias Steph :) Sí, yo lo escribí, y qué fino que te guste!!