jueves, mayo 21, 2009

COSA DE PINGA NUMERO TRES

Fui a Argentina! Yeah baby!

Estuve ahí dos semanas completas y sobreviví con $500 (lleve más pero compré regalos y mariqueras a granel), al propio estilo mochilero. Y es que resulta que ser mochilero en Buenos Aires no es tan recogelatas como uno pensaría.

Reservé mi vaina (entiendase por vaina alojamiento) por Intenet una semana antes de irme, compré mi pasaje, me atendieron demasiado fino en el Banco del Tesoro cuando fui a jalar bolas por lo dólares, me iba con varios de mis amigos del alma. Bueno, todo estaba dado para que fuera muy fino.

Y lo fue, Argentina es otro mundo! Es ese mundo que uno quisiera encontrar en todas partes, donde todo está como en armonía, cuando algo se apaga algo se prende, todo funciona, siempre hay algo que ver, puntualidad suiza, vialidad funcional, y bueno gente que no sabe pronunciar la 'y'.

Me registré en un hostel bien de pinga y barato en Palermo, una zona medio sifrina de Bs.As. (por eso les digo que mochilear no es pasar roncha), estaba con como 6 de mis panas ahí, además de la gente que conocí en el sitio: argentinos, brasileros, suizos, chilenos, ingleses, catalanes, sudafricanos, y una gente rara que no sé de dónde son.

Vi jardines varios, fui el zoo (más lo triste que lo entretenido eso), fui a varios barrios (barrios allá son urbanizaciones, vainas tipo petare se llaman 'villas'), fui a rumbear, fui al fútbol (Lanus-Caracas FC; River-U.San Martín, Boca Jrs-Banfield) me tomé fotos como un bestia, perdí mi cámara como un bestia, me monté en el metro de allá (chimbo), agarré sopotociontos autobuses (un peo porque hay que pagar con monedas exactas y son un peo de conseguir), taxis (barato) y caminé tanto que pensé que se me estaban desgastando las piernas).

La gente es narizona, el 50% son una nota pero así arrechamente y el otro 50% son pajuos. Pero por lo menos no son pajuos chocantes, son pajuos argentinos pues no se meten con uno, sólo que son pajuos. La gente respeta los semáforos y los carros también, CASI NO HAY MOTOS (MI SUEÑO HECHO REALIDAD) y para pasarla bien no hace falta gastarse un realero. Había gente a las 2, 3 de la mañana comprando libros, caminando en la calle, cenando, comprando vino. Bandas que tocaban en la calle asimilando lo que aquí se ve en las camioneticas, pero 400 veces más arrecho.

Es una vaina que la gente vive, come, suda, y muere por el fútbol. Todo el mundo se viste bien, hace mucho frío, se come con poca plata, se divierte uno con poca plata, y aparentemente es muy buena para estudiar.

Con todo y todo, es mi tipo de cuidad. En todo el tiempo que estuve ahí me sentí en casa, en donde tenía sentido estar y todo lo entendía (excepto que mi familia estuviera a miles de Km pues). Yo quiero mucho a Caracas, pero coño, le hace falta ser más como La Ciudad De La Furia.

Vayan cuando puedan!

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