viernes, octubre 22, 2010

[...a riesgo de sonar como un malintenso político aspirante a diputado de la AN...]

Creo que he vivido lo suficiente como para distinguir varias maneras de hacer las cosas. Comprendí que la cosa va más allá del bien y del mal. Hay tonos intermedios que resultan bien divertidos, y otros que no tanto.

Por ejemplo: hoy fui al banco y salté de trámite en trámite hasta completar el último paso, que era recibir una chequera (fase 2/5 del rito de iniciación a la vida adulta, más sobre eso en un post que publicaré el fin de semana, vuelvan por aquí) y re-ubicaron mi número de promotora hacia la taquilla donde decía recibir mi chequera. Sale en la pantalla casi inmediatamente, a lo cual una colorida señora se ofendió y me acusó de "colearme caretabla" y de estarme "cogiendo a la cajera para adelantar". Y eso para empezar.

Evidentemente no entendía cómo funciona el sistema bancario de redirección. Pero le cedí mi número para que pasara. Hay veces que es preferible calarse 10 minutos más de banco para no someter a 300 personas en un espacio confinado a los gritos de una ignorante ruidosa.

En mi ejemplo, se demuestran un par de mis estereotipos de personas. Yo actué como Robin Hood, o sea, le di comodidad y tranquilidad a muchos a cambio de trabajo extra para mí. Lo hubiera llamado mártir pero odio esa palabra. La acéfala que estuvo a segundos de agredirme físicamente se comportó como un mmgvo. Nada es más práctico que ese término.

Verán, la vida se resume en grandes grupos, de los cuales voy a nombrar solamente unos pocos:

El Robin Hood: ya explicado. Tiene trabajo que hacer, no le corresponde, pero tiene ese complejo de querer hacer feliz a quien no merece otra cosa.

El MPP: MPP stands for "Más Papista que el Papa", o sea, el tipo que se queja de todo. La política no lo satisface, la sociedad no lo satisface, tiene algo en contra de la iglesia, en contra de la radio, en contra del gobierno y en contra de la oposición. Curiosamente son los mismos que plantean los problemas mas no las soluciones.

El perky: es lo contrario al MPP. Ama todo. No le parece que nada esté mal y cree que los problemas de todo el mundo se reoslverían si abriéramos nuestro corazón al positivismo y dejáramos que el amor nos guíe. Nadie lo toma en serio, lógicamente.

El bienhechor: hay que si 3 de estos en todo el país. Cruza la calle con las viejitas, recicla, trota en el Parque Del Este y maneja un carro ecológico. Es flaco tiene los dientes blancos y derechos. Tiene plata. Él te recuerda que el mundo tiene un balance, y una forma de hacer las cosas. Solamente lo saben esas 3 personas en el mundo, pero por ahí está.

Podría continuar toda la noche, porque como les digo, las diferencias entre uno y otro son mínimas a veces. Pero adentrémonos en al tipo de persona que motiva mi post y mis quejas diaras:

El mmgvo: esa persona que hace las cosas como si ellos fueran las únicas personas en este mundo y sus acciones no dañan a las demás personas.

Es esa persona que con su carro ocupa dos puestos de estacionamiento.

Es esa persona que con un carro hace las siguientes cosas:

  • Ve una luz en verde y TIENE que pasar. No importa si se va a quedar atravesado en la intersección por la cantidad de carros en la calle. Mmgvo.
  • Se mete por el hombrillo en la autopista así no haya cola porque esos 3 o 4 carros en el canal rápido simplemente fastidian. Mmgvo.
Es esa persona que como peatón se atraviesa cuando los carros tienen luz verde. O el que cruza fuera del rayado.

Es ese venezolano que se enorgullece de su picardía y su viveza para hacer las cosas, porque seguir las leyes es para los pendejos. Ese que se colea, se come la luz, y ni he hablado de los motorizados. Esos que llevan 3 en su moto, con 0 cascos y se atraviesan en una especie de intento suicida inconsciente.

Podría seguir, pero ya me duele la cabeza.

No seas un mmgvo, por favor. Ten consciencia. Si nosotros los venezolanos decimos que lo mejor que tenemos es la gente, tan cálida y tan chévere, vamos a cumplirlo, porque mientras tanto voy a pensar que todo el que dice eso es un idiota masoquista a quien le gusta que le falten el respeto a cada rato un poco de mmgvos comeluces, hombrilleros, choros, peleones, compadreros y demás.

Solamente hay una palabra en mi mente después de este rambling eterno: genocidio.

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