lunes, octubre 18, 2010

#germophobe

En los últimos días, ha llegado a mis oídos una música fea. Se trata de un murmullo desagradable que tuerce la realidad y me tilda de portador de un virus de obsesión y compulsión por la limpieza.

Nada más alejado de la realidad. Me permito una que otra suciedad, como cualquier otra persona viviendo en esta tierra: usualmente acompaño mis sándwiches con tocineta y/o salsa de maíz, me permito hacer chistes sexuales con mis amigos y digo mentiritas blancas cuando la situación lo amerita. Como verán, tengo cuerpo, mente y alma contaminados, así que son críticas sin fundamento.

Lo que sí "te tengo", es una aversión poco normal a lo cotidiano. Y lo cotidiano es que los seres humanos viven con gérmenes y asquerosidades encima porque quieren. Parece que les gustara estar sucios hasta después de bañarse. En mhzWorld no pretendemos solucionar los problemas de la humanidad, pero sí podemos ayudarte a evitar a esos diminutos y asquerosos amigos, aunque no quieras.

Te hacen mal, lo prometemos. Créenos.

Aquí tienes cinco puntos en los que seguramente estás actuando como un imán de gérmenes.
  • Sandalias: no es muy positivo andar descalzo por ahí. ¿Quién sabe qué cosas hay en el piso? ¿Y ducharte sin sandalias? Si compartes la ducha es primordial que las uses. Nadie sabe en realidad quién hace qué o se afeita qué en la ducha que tú usas para tratar de limpiarte. Lavarlas periódicamente ayuda a que no se conviertan en una extensión del suelo.
  • Jabón líquido: llévalo a todas partes. Siempre estás agarrado de algo: del pasamanos de la escalera, de la barra del Metro, del suelo cuando estás cansado y quieres sentarte. Ahí hay vainas raras. Antes de hacer algo con tus manos como comer, rascarte la cara, o algo, deberías darle reset al conteo de gérmenes que ahí descansan.
  • Perillas: peligrosas. Gira las perillas del baño antes de lavarte las manos por última vez, para que puedas llevarte todos los gérmenes que quieras y luego los laves con agua y jabón.
  • Baño: hablando del baño, espero que estés consciente que cada vez que entras ahí es como entrar a un criadero de enfermedades. Lo que se supone que es el lugar más inmaculado de la casa no es tal. Verás, ahí te lavas y te limpias, y en algún lado se tiene que quedar toda esa suciedad que no ventilas. Evita manguarear mucho ahí.
  • Cepillo: los expertos dicen que el cepillo de dientes debe permanecer todo el tiempo a, mínimo, dos metros del WC (water cló, inodoro, la poceta pues) por razones obvias. Los cepillos son como los chanchos: disfrutan poniéndose tan asquerosos como pueden y es nuestra labor evitarlo. Yo lo llevé más allá: tengo mi cepillo en un vaso que generalmente limpio, a varios metros de cualquier baño: en mi cuarto bien resguardado.
Les daría muchos más consejos, pero temo que con estos cinco ya me habrán tildado de enfermo lo suficiente por ahora. Hasta que se les olvide todo esto, nos vemos luego.

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