"¿Cuál es el peo de...?"

(Perdonen la tardanza)

Si yo fuera un gerente de RR.HH. en alguna empresa pediría acceso a un detector de mentiras, así cuando me tocara entrevistar a un prospecto de empleado la última, definitiva y definitoria pregunta sería "¿Tú orinas en la ducha?".

Si me dice que sí lo rayaría con todos mis amigos gerentes de RR.HH. y lo pondría en Twitter junto con un link a su currículo para que nunca pudiera conseguir trabajo.

Me dirán "es peo de cada quien lo que hace en su vida privada", y tienen razón, pero varios rasgos de la vida privada de las personas que indican cómo son en la vida, es decir, se pueden extrapolar al plano profesional.

Son unos flojos de mierda: La ducha queda en el baño. El baño, es el lugar por excelencia para ir al baño (entiéndase hacer #1). ¿En verdad les cuesta tanto detener la ducha por un minuto y hacer lo que tengan que hacer? ¿Vas a hacer algo con ese minuto que justifique orinarte encima? Usualmente (en el 99.99% de los casos) la respuesta es un simple, monosílabo y rotundo no.

Falta de aseo: La única manera en la que encuentro justificable el acto de no desperdiciar lo que sale de tu vejiga es cuando te pica una aguamala en la playa. Y, que yo sepa, de las duchas, no importa lo amplio de su diámetro, no han salido ni planean salir aguamalas todavía, así que las medidas preventivas que esta gente aplican es simple y llanamente una cochinadota.

Ahora, tú como alguien encargado de decidir quién entra a tu oficina y quién no, ¿te gustaría tener a ese flojo y asqueroso ser alrededor? No pensé que fuera así. :-)

Algunos justifican que ahorra agua porque te evitas un flush del inodoro, pero puedo pensar en 100 métodos más eficaces de ahorrar agua que no involucran mearte encima. No lo hagas, por favor.

Peor es la gente que lo hace en el gym o en una ducha pública, para ellos todo mi desprecio. Cuando me baño en el gym voy con unas tremendas cholas y a veces me provoca entrar con medias y aplicarme desinfectante al salir por si acaso alguna vaina.

Conclusión: innecesaria. Mientras menos palabras más claro el punto, me parece.