lunes, enero 25, 2010

Music Monday

Bueno, hoy ha sido un día triste por muchas cosas, y no quiero darle tintes políticos ni mucho menos personales a lo que se supone son sugerencias musicales para que tripeen un kilo. De alguna manera se siente que la música es un regalo algo estéril para días como hoy (más por lo personal que por lo político, tuve un día de mierda), así que prefiero pensar que estoy regalando un poco de calma.

Creo firmemente que la música es un estado de ánimo en varios sentidos. Tal cual droga, puedes recurrir a ella cuando necesitas algo en específico, así como accidentalmente puede fijar tu estado y tu dinámica del momento. Espero que lo que funciona para mí funcione para ustedes aunque sea en una pequeña parte. Como dije antes, aquí va un poquito de tranquilidad.

OJO: esto no es música chill-out de esa barata mezclada en una noche de alcohol y empaquetada en un CD para su venta. No. Esto es música que para mí significa algo especial y por eso me da esa paz. Sólo quiero compartirla.

Hay veces que la calma tienes que escucharla y leerla para que haga efecto. Es ahí cuando recurro al de los sombreros, a Mraz. Él me invita a cantar, mientras esperamos a que el amor sea la manera de vivir, aunque creo que "esperar" no es el verbo, el verbo es "hacer", he conocido muchas grandes personas que han muerto esperando cuando podían actuar. Así que los invito a cantar sus historias, podemos ser 10.000 motherfuckers cantando durísimo.

Ahora, si oir a un gringo no es lo que más les gusta en la vida, tal vez una instrumental pueda hacer magia. Hay una fórmula que no falla: sonidos de lluvia, guitarra acústica y downtempo. Es como las películas de acción: nos sabemos las fórmula y no nos importa, seguimos yendo. Por eso les traigo 9 minutos de música sueca, de un loco que no hace mucho downtempo pero les dejo aquí "The Woman On Seat 27A" de Mattias Eklundh. Cada vez que la oigo pienso en mi actitud en un aeropuerto, no sé si estoy predispuesto por el título de la canción, pero me gusta estar sentado mientras veo como corre la gente, como si la vida se les fuera a escapar.

Un amigo una vez sin querer me regaló una frase que de por vida me va a servir: "A convertir la frustración en inspiración". En eso me pone a pensar esta canción, que si para ustedes la paz es downtempo obligatoriamente no les va a gustar. "Cien Veces" es una de las canciones que no puedo saltar cuando mi iPod está en aleatorio, me gusta mucho escucharla porque recuerdo esa frase y recuerdo que toda la rabia que uno tiene adentro no sólo hace daño sino que puede ser provechosa.

Para terminar dos de Dream Theater. No es mi intención castigarlos con solos ladilla de media hora, me sacan la piedra. El baterista sacó una serie de canciones para rendir tributo al programa de 12 pasos para librarse del alcoholismo, en su caso. Lo encuentro extrañamente familiar y me identifico un poco, al escucharlas me da un poco de alivio porque pienso que si una persona puede superar algo tan horrible y tan enfermante como una adicción física nosotros los que tenemos dilemas existenciales superficiales e idiotas podemos salir de eso y de más y ser más fuertes. "The Glass Prison" y "Repentance".

Sobre todo esos últimos dos no espero que les encanten, pero espero que me entiendan. No me quería poner personal y siempre termino haciéndolo. Me imagino que escribo para matar los demonios, así lo quiera o no.

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