domingo, agosto 26, 2007

Old skool

Esta lluviosa tarde de domingo me dirijo a ustedes con un sentimiento de nostalgia que no puedo evitar sentir, pues ha sido un día en el que viejos amigos reaparecen, lo cual ha hecho que resurjan viejos sentimientos, hábitos y costumbres. Sí, me puse sentimental como un carajito cuando desempolvé mi cajita de recuerdos de los scouts, pero ese es un tema más personal de lo que quisiera compartir hoy.

Remontándome más o menos 10 años atrás -cuando curiosamente yo tenía 10 años - recuerdo que la vida era bastante simple: estudiaba primaria en un excelente colegio de Caracas, iba a jugar fútbol todas las tardes con mis amigos al parque de la cuadra donde vivía (que lo quieren destruir para hacer una estación de Metro: más sobre esto en una entrada en el futuro donde sí tenga ganas de compartir mi nostalgia completica), cambiaba barajitas de los álbumes chimbos que salían de las series que pegaban en Televen, y cuando la computadora con Windows 95 estaba desocupada y nadie tenía ganas de regañarme, me instalaba a jugar Supaplex.

Hemos llegado al meollo del asunto: ¿Qué coño es Supaplex?



Esa simpática pelotica roja es Supaplex!!! :D

Y su misión en la vida (más bien, sus más de 200 misiones) es comerse los infotrones (cositos multicolores) sin que le caigan encima las "cositas que parecieran rocas" o los diskettes.

En una época donde no habían elegantes gráficos 3D de los cuales un juego dependiera para ser arrechísimo, y la música de los juegos era mayoritariamente en formato MIDI, Supaplex estaba MUUUUY adelantado a su época, y el cabrón era demasiado adictivo!

Y, ¿saben qué? aún lo es! Sin darme cuenta pasé 5 horas pegao jugando esa vaina de nuevo, DIEZ AÑOS DESPUÉS!!!! Les recomiendo al 110% que consigan el juego (o clickeen aquí si son unos flojos) y verán que no les estoy mintiendo.

El juego lo tiene todo! Música pegajosa, acción, gravedad, tijeras explosivas y más de 200 niveles los cuales pueden llegar a ser BIEN JODIDOS y BIEN FRUSTRANTES. Sé que peco por hacer una de las cosas que menos me gusta hacer: suponer que lo que digo se cumple para todo caso; pero si lo juegas un par de veces no te vas a dar cuenta y lo terminarás jugando días, semanas y cuidado si meses.

Espero que disfruten tanto como yo lo he hecho desde hace 10 años con este desgraciado juego.

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